El vertiginoso ritmo de vida actual, las exigencias laborales, las dinámicas familiares, el entorno social y cultural en el que vivimos, son factores y avatares que pueden ocasionar que la persona adulta comience a vivir su mundo con hastío, desesperanza, falta de ilusión y de autoestima y sentirse como estar metido en un bucle.
Además, cada ser humano tenemos distinta herencia y hemos experimentado diferentes vivencias, aprendizajes, traumas y dificultades desde el momento en que nacemos. Por lo tanto, nuestra manera de afrontar los problemas no es la misma.
La sintomatología en el adulto se manifiesta en forma de:
- Ansiedad e inseguridad
- Angustia, fobias y miedos
- Agresividad e ira
- Depresión y apatía
- Estrés
- Conflictos de pareja, separaciones o divorcios.
- Dificultad en las relaciones sexuales
- Cansancio
- Insomnio
- Dolor
- Enfermedades somáticas
- Falta de autoestima
- Dificultad para afrontar las pérdidas
- Dificultad para superar los duelos.
La psicoterapia en el adulto tiene como objetivo el cambio de pensamiento, sentimientos, creencias y conductas que han llevado a situaciones no esperadas, tratando de aliviar los síntomas que producen malestar o un grado de sufrimiento importante.
La consulta será un espacio para pensar e intentar reestablecer orden en el caos, siempre acompañado y acogido por el psicólogo profesional.
Así, la sensación de malestar irá disminuyendo, al entender modos de pensar, sentir y actuar diferentes. A través de un viaje al interior de uno mismo.